23 julio 2007

Acuifero Guarani

Pequeña introduccion:

Hace tiempo que me carcome el deseo de hablar acerca de este tema tan delicado, para mi será el tema de la próxima guerra, inventada por alguna potencia mundial, fue el petróleo con Irak y será el agua con Argentina, Paraguay, Brasil y Uruguay, en esta zona (la triple frontera) se encuentra la reserva de agua mas grande del mundo “El Acuífero Guaraní”.

Por que, para mi, será el tema de la próxima guerra, por que el mundo se esta quedando sin agua dulce, en Europa escasea a millares y solo queda como reserva este acuífero y la Antártida, para replanteárselo varias veces...


UN BIEN ESTRATEGICO: AUN NO HAY LEGISLACION ADECUADA QUE LO PROTEJA

Es una de las mayores reservas subterráneas del mundo. Está en una zona estratégica, la Triple Frontera, y lo comparten Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay. El agua ya es un bien escaso en Europa y EE.UU.

No falta tanto para que la riqueza de una civilización se mida en litros. Hace tiempo que se viene divulgando que la escasez de agua será, en un futuro no muy lejano, motivo de guerras y su posesión, el trofeo más preciado. Aquí en el sur, en un espacio compartido por cuatro países, está la perla: el Acuífero Guaraní, conocido hasta ahora como la tercera reserva subterránea de agua dulce del mundo aunque, según las últimas estimaciones, podría ser el mayor curso de agua bajo la tierra. Todas las alertas, aún las más disparatadas, comienzan a dispararse. ¿Los que se están quedando sin nada vendrán por el Guaraní? ¿Pueden llegar a quitarnos el agua por la fuerza?

Extendido entre las cuencas de los ríos Paraná, Uruguay y Paraguay, el Acuífero Guaraní tiene una superficie aproximada de 1.194.000 km2. El 70% le corresponde a Brasil, el 19% a la Argentina; el 6% a Paraguay y el 5% restante a Uruguay. Hasta la fecha, de todos modos, se desconoce su alcance total, al punto que se ignora cuál es el extremo occidental de la reserva en Paraguay y la Argentina, donde estiman que llega más allá de la laguna de Mar Chiquita. También son estimaciones las que entienden que el Guaraní podría llegar, por el sur, hasta los grandes lagos cordilleranos argentinos.

Sus dimensiones son fabulosas: supera en tamaño a España, Francia y Portugal juntas. Con un volumen de 55 mil kilómetros cúbicos (cada kilómetro cúbico equivale a un billón de litros de agua), y con una explotación adecuada, podría abastecer a unas 720 millones de personas con una dotación diaria de 300 litros por habitante. Hoy suena casi a una película de ciencia ficción.

"El problema no radica en que las reservas de agua sean cada vez menores sino en que su localización y calidad están cambiando", le dijo a Clarín el experto mexicano Gian Carlo Delgado, autor del libro Agua y seguridad nacional (Mondadori). Según Delgado, "por un lado hay un alto índice de contaminación del agua, mientras que por otro, está comenzando una reubicación espacial de las precipitaciones y, así, del agua dulce". Al parecer, las zonas de alta biodiversidad como la que alberga al Acuífero Guaraní verán incrementar o por lo menos conservar los índices de precipitación y, por lo tanto, esas zonas "se perfilan como estratégicas a nivel local, regional y mundial", dice Delgado.

Habría que recordar que de los 1,4 miles de millones de km3 de agua que hay en el planeta, sólo el 2,5% corresponde a agua dulce, el resto es sólo potabilizable con carísimos y complejos procesos de desalinización que muy pocos gobiernos pueden implementar. El monto de agua en el mundo se duplica cada 20 años y son muchas las variables para saber si alcanzará para calmar la sed de todos: crecimiento demográfico, uso indiscriminado en la agricultura y explotación descontrolada de cursos son algunas.

Las estadísticas dicen que el 85% del agua que se usa es acaparado por el 12% de la población. Una vez más, una torta que se reparte de manera desigual aunque en nuestro caso, la naturaleza arroja beneficios de la inequidad. El continente americano, con sólo el 12% de la población, contiene el 47% de las reservas de agua potable del mundo.

Mientras los países europeos padecen falta de agua y desesperan porque apenas 5 de sus 55 ríos no están contaminados, en Sudamérica el problema se presenta con la figura de un fantasma, el de la privatización. Aquí hay agua, se la ve, y si no se la ve es porque está bajo tierra, pero desde que los organismos internacionales determinaron que el agua puede ser una mercancía regida por las leyes de la OMC y no un derecho humano, el tránsito desde su curso a la canilla o la botella tiene color de dólar. Por eso, una fuente como el acuífero, con un volumen anual explotable de 40 a 80 km3 es un extraordinario manantial de riqueza para las empresas del rubro.

Desde noviembre de 2001, el Banco Mundial, a través del GEF (uno de sus brazos, especializado en cuestiones de medio ambiente) financia lo pertinente a investigación y a los trabajos tendientes a lograr el "desarrollo sustentable" del acuífero. Fue cuando los gobiernos que comparten el yacimiento pusieron en manos extra nacionales el estudio de los recursos del recurso, lo que, en función de las miradas más desconfiadas, es como haber servido en bandeja el tesoro. Organismos alemanes, holandeses y programas de la ONU participan del proyecto, que tiene al 2006 como fecha final de los estudios.

"Los organismos internacionales como el Banco Mundial buscan crear en la región del Guaraní una nueva región industrial y competitiva a nivel mundial, sin que les importe resguardar la conservación del acuífero ni los reales intereses de los habitantes de la región (15 millones de personas). Su único objetivo es el desarrollo industrial, lo que aumenta los riesgos de cualquier proceso de privatización", dijo desde Canadá Sara Grusky, de la ONG Water for All.

Mientras por su parte Europa tendría el ojo puesto en términos de negocios (las más grandes empresas vinculadas a la industria del agua son europeas), EE.UU. soporta la virtual desesperación de ver que sus reservas se acaban y se ven ante un horizonte estéril y seco. Según un completísimo informe preparado por la profesora argentina Elsa Bruzzone, del CEMIDA, y basado en trabajos de los canadienses Barlow y Clark (autores del ya famoso A la caza del oro azul), el 40% de los ríos y los lagos de EE.UU. están contaminados, igual que acuíferos como el Ogallala, que se extiende por 8 estados desde Dakota del sur hasta Texas y que en algunas zonas ha disminuido su caudal hasta 30 metros. La sobreexplotación y el uso de agrotóxicos están terminando de matar las aguas. Al norte con Canadá y al sur con México, los cursos compartidos y las legislaciones leídas con intereses propios están derivando en conflictos cuyo tono se eleva cada año que pasa.

Sin ley, no hay defensa posible. En el documento Santa Fe IV, preparado por un influyente grupo del Partido Republicano en 2000, a fines del gobierno de Bill Clinton, se planteaban los principales elementos geo-estratégicos que seguían siendo importantes para la seguridad nacional de EE.UU. en el siglo que se avecinaba. Uno era garantizar "que los países del hemisferio no sean hostiles a nuestras preocupaciones de seguridad nacional".

En estrecho vínculo, había otro punto en el informe de los ex asesores de Reagan y Bush padre, que explica por qué es prioritario que los países que albergan al Guaraní promulguen legislaciones que lo protejan como patrimonio de esas naciones. Decía el escrito que EE.UU. debía asegurarse "que los recursos naturales del hemisferio estén disponibles para responder a nuestras prioridades nacionales".

La reciente visita del jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, a Paraguay y su ánimo de adecuar a los estados de la región para inmunizar a sus soldados volvieron a encender las fantasías de expropiación. Desde el norte, contestan que el verdadero interés de Washington no es el acuífero sino la posible concentración de actividades terroristas en la zona de la llamada Triple Frontera donde, curiosamente, está alojado el Guaraní, que nutre a unas 500 ciudades de agua.

La obsesión del gobierno republicano con el terrorismo es bien conocida. Menos en cambio lo son sus preocupaciones sobre el futuro y el medio ambiente, temas en los que, en general, se han mostrado reacios a colaborar. Pero es imposible no prestarle cierta atención a cuestiones imperiosas. En febrero de 2004, alguien filtró al diario británico The Guardian un informe secreto del consejero del Pentágono Andrew Marshall, que advertía al presidente Bush de los oscuros efectos del calentamiento global en el planeta a corto plazo, entre ellos, la falta de agua potable. Allí se sugería además que EE.UU. debía prepararse para estar en condiciones de apropiarse de este recurso estratégico, allí donde esté, y cuando sea necesario.

A buen entendedor...
Por: Hinde Pomeraniec

Pd: Si este bien tan preciado (el Agua), se convirtiera en un interes comun de potencias europeas o de los EE.UU, con quienes negociarian y a traves de que organismo?

A quienes beneficiarian, y a quienes sencillamente sacrificarian?

Se sabe que en Paraguay gran parte de su territorio pertenecen a familias y empresas argentinas y brasileras, quienes se apropiaron de ellas despues de la guerra del paraguay (Triple Alianza), guerra creada por Inglaterra para destruir una economia fructifera como la del Paraguay en aquella epoca.

En la Guerra del Paraguay, destruyeron la Primera Fundicion de Hierro de Sudamerica, para favorecer a Inglaterra y a la Exportacion de herramientas y locomotoras al Nuevo Mundo, en la Guerra DEL CHACO, la excusa de la necesidad de salida al mar de Bolivia, los Dolares de la Exxon Oil Company, sumieron al Paraguay en otra guerra, guerra que el Paraguay gano, ingresando mas alla de las fronteras de Bolivia, pero teniendo que entregar estas tierras y teniendo que pagar los daños de la guerra, incluso con tierras, tierras donde se explota actualmente Gas y Petroleo.

Es posible que la Union Europea y los EE.UU, financien otra guerra para apoderarse del agua en el Paraguay?,Es posible que utilice al Mercosur para imponer trabas economicas y ahogar a un Pais cada vez mnas pobre pero con fuertes recursos naturales? Es posible? Yo digo que SI

Actualizacion

El Fantasma de la Guerra Ronda en Sudamerica

ONG denuncian una supuesta conspiración de Washington para apoderarse del acuífero Guaraní, un enorme reservorio de 1,2 millones de kilómetros cuadrados bajo los países del Mercosur. Funcionarios y expertos coinciden en que es una tesis descabellada.


BUENOS AIRES.- Las aguas tranquilas del Acuífero Guaraní, enorme reservorio de 1,2 millones de kilómetros cuadrados bajo los países del Mercosur, son el centro de una airada polémica.

Un proyecto de conservación del acuífero, que comenzó a ejecutarse en 2003, desató una guerra de acusaciones entre los encargados de llevarlo adelante y organizaciones sociales que alertan sobre una supuesta conspiración liderada por Estados Unidos para apoderarse del agua.

En los últimos tres años, científicos, ambientalistas y gobiernos elaboraron el Proyecto para la Protección Ambiental y Desarrollo Sostenible del Sistema Acuífero Guaraní, con la intención de conocer su potencialidad y los riesgos que puede correr, para elaborar modelos de gestión conjunta entre los países que lo comparten.

Se calcula que el acuífero bajo Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay tiene unos 37 mil kilómetros cúbicos de agua, pero sólo se pueden explotar de 40 a 80 kilómetros cúbicos en zonas de recarga.

El Centro de Militares por la Democracia Argentina (Cemida) afirmó este año que la supuesta actividad de grupos terroristas en la Triple Frontera (entre Argentina, Brasil y Paraguay) fue un pretexto de Washington para aumentar su presencia militar allí y "apoderarse silenciosamente del Acuífero Guaraní", a través del proyecto de conservación.

El Cemida es una organización no gubernamental (ONG) por los derechos humanos fundada en los años 80, que suele adoptar posiciones izquierdistas y está integrada por militares retirados y por civiles.

"Estados Unidos estructuró un sistema para detectar la magnitud del acuífero, asegurar su uso sustentable y evitar todo tipo de contaminación" y "para ello puso al frente de la investigación al Banco Mundial, a la Organización de Estados Americanos (OEA) y a otros órganos a los que controla", afirmó el informe del Cemida, elaborado por la profesora de historia Elsa Buzzone.

Le "destinó un presupuesto de 26 millones de dólares y sugirió la forma en que participarían las comunidades indígenas y la sociedad civil para mantener un permanente control hasta que lo considere conveniente", añadió.

Esa tesis es compartida por grupos organizadores del Foro Social de la Triple Frontera, que se prevé realizar del 25 al 27 de junio en la nororiental ciudad argentina de Puerto Iguazú.
Pero el secretario general del proyecto, el brasileño Luiz Amore, dijo a Tierramérica que esa denuncia "no tiene ningún sentido".

El proyecto nació de una iniciativa de las naciones que comparten el acuífero, y fueron ellas los que pidieron asistencia financiera al Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF por sus siglas en inglés), formado con aportes de países y manejado financieramente por el Banco Mundial, explicó.

Durante cuatro años, organizaciones de la sociedad civil intervinieron en las distintas instancias del programa, destacó Amore.

"De Brasil, que tiene bajo su territorio 71 por ciento del acuífero, participaron 176 instituciones, entre organismos nacionales y estaduales, universidades y ONG", indicó.

Las unidades nacionales del proyecto, integradas por funcionarios de cada país, eligieron a la OEA como agencia ejecutora de la iniciativa, que se financia con 13,4 millones de dólares del GEF, 12 millones de los gobiernos, y el resto de otras organizaciones hasta completar 26,7 millones de dólares, puntualizó.

La red brasileña Grito del Agua, que reúne a unas 60 organizaciones, también cuestionó el proyecto.

"No hay transparencia" en las contrataciones del proyecto ni acceso a su información técnica, de modo que "Amore está negociando nuestra soberanía y nosotros no podemos saber a quién le pasa la información que recibe", mientras él ejerce un "poder dictatorial" para decidir quiénes pueden participar del proceso, dijo a Tierramérica el activista Leonardo Moreli, líder de esa red.

A su juicio, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el GEF deberían "auditar" el proyecto.

Por otra parte, "no es normal que haya 'boinas verdes' (del Ejército estadounidense) en Entre Ríos y Misiones (provincias del noreste de Argentina) haciendo ejercicios contra el dengue", ironizó Moreli, en alusión al informe del Cemida.

Según Amore, las acusaciones de Moreli responden al interés de obtener una mejor posición para ejecutar proyectos de difusión y educación sobre temas del acuífero, que se financiarán mediante un Fondo de Ciudadanía, integrado con 240 mil dólares.

"Es lamentable. Una vez que los países se ponen de acuerdo en un proyecto para definir acciones preventivas y no para remediar, hay suspicacias y temores", comentó.

El secretario general alegó que si los gobiernos quisieran privatizar el acuífero, "será potestad de los países, no del proyecto", pero aclaró su posición personal en la materia: "El agua es un bien social que tiene un valor económico, pero eso no significa un valor de venta. Se trata de un recurso a preservar de la contaminación para el uso de todos".

El experto uruguayo Danilo Antón, geomorfólogo especializado en aguas subterráneas, consideró también que están "fuera de la realidad" las denuncias sobre estrategias de Washington para controlar el acuífero.

"Puede haber estrategas que deliren con eso, pero no es sostenible bajo ninguna lógica", opinó.

El agua del acuífero solo puede ser usada localmente, en cientos de comunidades, pero explotar aguas profundas es "difícil y carísimo", reafirmó el experto.

"El vaciamiento del acuífero, que se encuentra en su mayor parte por debajo de los 1.000 metros, requeriría un bombeo antieconómico y técnicamente imposible", aseguró.

"Otra cosa es el temor de que se privaticen pozos o sistemas de distribución, pero eso depende de los gobiernos", apuntó Antón.

El geomorfólogo fue quien propuso en 1996 llamar "Guaraní" a la reserva de agua subterránea que tenía distintos nombres en cada país. Lo hizo en homenaje a la nación indígena que se asentaba sobre esa región.


http://www.tierramerica.net

1 comentario:

Oscar Amarilla dijo...

...por supuesto que me interesa y ya estoy viendo resultados..., por otro lado, las ultimas informaciones internacionales cuentan que el interes del acuifero, aparte de ser una gran reserva de agua dulce, es tambien, que podran comenzar la produccion de etanol, supuestamente bajo una mirada ecologista (combustible menos contaminante), pero su produccion requerira grandes cantidades de agua dulce, ya los gobiernos de Brasil y Paraguay, tentados ante la posibilidad de "hacer negocios" conlos EE.UU, impiden la entrada de Venezuela al Mercosur, respondiendo abiertamente a los intereses Norteamericanos en la
Region.
Esta es la premisa que aun nos gobierna... poderosos consumiendo los recursos de los mas debiles a cambio de migajas...

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